La
Literatura y La Pintura
El
arte de la pintura
por Johannes Vermeer (1666) Óleo sobre lienzo. Museo de Historia del Arte de
Viena, Austria.
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El arte ha sido uno de los
principales medios de expresión del ser humano, a través de los cuales el
artista manifiesta sus ideas y sentimientos, y la forma como se relaciona con
el mundo.
La pintura es una de las expresiones
artísticas más antiguas y una de las siete Bellas Artes, considerada como una
categoría universal que comprende todas las creaciones artísticas hechas sobre
superficies planas.
La Literatura, al igual que la
Pintura, ha sido considerada desde la antigua Grecia como una de las Bellas
Artes, debido a la belleza con la que se describe el mundo y porque es
utilizada como medio de expresión.
Ambas, literatura y pintura están
presentes a lo largo de toda nuestra vida, y definen nuestra forma de ver el
mundo.
El mundo literario ha aparecido
frecuentemente a lo largo de la historia del arte reflejado en las artes
plásticas, pero ha sido sobre todo en la escultura, el grabado y la pintura
donde su influencia se ha hecho más evidente.
La Pintura, como Literatura, es una
forma de expresión, con un lenguaje simbólico, basado en figuras, reales o
imaginarias, ya sean humanas, geométricas, paisajísticas o abstractas, y debe
ser leída y comprendida al igual que una obra literaria, con la diferencia que
uno la interpreta según lo que siente o lo que le trasmite esa pintura. Se
podría considerar a un cuadro como un libro, sólo que escrito en un lenguaje
simbólico completamente diferente a las palabras.
La Literatura y la Pintura
interactúan entre sí y se influencian haciéndose evidente desde la pintura
hacia la literatura y desde la literatura hacia la pintura.
La literatura ha sido desde siempre fuente
de inspiración de cualquier arte, en la que las historias y poemas creados por los grandes escritores
han servido muchas veces de inspiración a pintores; así mismo muchas obras literarias tienen un argumento basado en
obras artísticas como la pintura, donde la
literatura ha intentado lograr concretamente los efectos de la pintura,
convertirse en pintura verbal.
En el siglo V a.C., el poeta lírico
griego, Simónides de Ceos decía: “La
pintura es poesía silenciosa, y la poesía es pintar con el regalo de la palabra”.
La obra que encabeza este apartado, El arte de la pintura de Johannes
Vermeer, fue pintada hacia 1666 y tiene un
tamaño de 130×110 centímetros, lo que la convierte en una de las mayores obras
pintadas por el artista. Muchos historiadores del arte consideran este cuadro
el legado pictórico de Vermeer.
El cuadro
muestra un taller de pintura, posiblemente inspirado en el del propio Vermeer,
ya que una mesa de roble como la que se puede apreciar en el cuadro aparece en
la lista de inventario del pintor. Sobre la mesa se encuentra un libro, símbolo
de la sabiduría y la contemplación, y una máscara, que se debe entender como
una representación de la escultura. Como personaje principal aparece el pintor
en el centro, delante de un lienzo casi vacío. Está de espaldas al observador,
de forma que mantiene su anonimato. En el fondo se encuentra una joven mujer
que sirve de modelo al pintor. Lleva una capa de seda azul y una falda
amarilla. En la mano izquierda tiene un libro, en la derecha un trombón. Sobre
la cabeza lleva una corona de laurel, representando la fama eterna.
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