sábado, 4 de abril de 2015

Literatura y Pintura

 La Literatura y La Pintura


El arte de la pintura por Johannes Vermeer (1666) Óleo sobre lienzo. Museo de Historia del Arte de Viena, Austria.
El arte ha sido uno de los principales medios de expresión del ser humano, a través de los cuales el artista manifiesta sus ideas y sentimientos, y la forma como se relaciona con el mundo.

La pintura es una de las expresiones artísticas más antiguas y una de las siete Bellas Artes, considerada como una categoría universal que comprende todas las creaciones artísticas hechas sobre superficies planas.

La Literatura, al igual que la Pintura, ha sido considerada desde la antigua Grecia como una de las Bellas Artes, debido a la belleza con la que se describe el mundo y porque es utilizada como medio de expresión.

Ambas, literatura y pintura están presentes a lo largo de toda nuestra vida, y definen nuestra forma de ver el mundo.

El mundo literario ha aparecido frecuentemente a lo largo de la historia del arte reflejado en las artes plásticas, pero ha sido sobre todo en la escultura, el grabado y la pintura donde su influencia se ha hecho más evidente.

La Pintura, como Literatura, es una forma de expresión, con un lenguaje simbólico, basado en figuras, reales o imaginarias, ya sean humanas, geométricas, paisajísticas o abstractas, y debe ser leída y comprendida al igual que una obra literaria, con la diferencia que uno la interpreta según lo que siente o lo que le trasmite esa pintura. Se podría considerar a un cuadro como un libro, sólo que escrito en un lenguaje simbólico completamente diferente a las palabras.

La Literatura y la Pintura interactúan entre sí y se influencian haciéndose evidente desde la pintura hacia la literatura y desde la literatura hacia la pintura.

La literatura ha sido desde siempre fuente de inspiración de cualquier arte, en la que las historias y poemas creados por los grandes escritores han servido muchas veces de inspiración a pintores; así mismo muchas obras literarias tienen un argumento basado en obras artísticas como la pintura, donde la literatura ha intentado lograr concretamente los efectos de la pintura, convertirse en pintura verbal.

En el siglo V a.C., el poeta lírico griego, Simónides de Ceos decía: “La pintura es poesía silenciosa, y la poesía es pintar con el regalo de la palabra”.

La obra que encabeza este apartado, El arte de la pintura de Johannes Vermeer, fue pintada hacia 1666 y tiene un tamaño de 130×110 centímetros, lo que la convierte en una de las mayores obras pintadas por el artista. Muchos historiadores del arte consideran este cuadro el legado pictórico de Vermeer.

El cuadro muestra un taller de pintura, posiblemente inspirado en el del propio Vermeer, ya que una mesa de roble como la que se puede apreciar en el cuadro aparece en la lista de inventario del pintor. Sobre la mesa se encuentra un libro, símbolo de la sabiduría y la contemplación, y una máscara, que se debe entender como una representación de la escultura. Como personaje principal aparece el pintor en el centro, delante de un lienzo casi vacío. Está de espaldas al observador, de forma que mantiene su anonimato. En el fondo se encuentra una joven mujer que sirve de modelo al pintor. Lleva una capa de seda azul y una falda amarilla. En la mano izquierda tiene un libro, en la derecha un trombón. Sobre la cabeza lleva una corona de laurel, representando la fama eterna.


 
 

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