Este
apartado lo iniciaré con el gran poeta, escritor y político cubano, José Martí, quien fue uno de los poetas
latinoamericanos más destacados del siglo XIX. Condenado al exilio, utilizó la
poesía como un medio para expresarse, destacando por sus frases cortas y su
estilo directo.
José Martí, (28 de enero de 1853) |
Fue un poeta cubano, escritor, pensador, filósofo, periodista y político de origen español, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria. Perteneció al movimiento literario del modernismo. Dedicó su vida a luchar por la libertad de Cuba.
Nació
en la calle Paula No. 41, La Habana, el 28 de enero de 1853, hijo de Mariano
Martí de Valencia y Leonor Pérez Cabrera, de Tenerife, en Canarias.
Su
influencia en los cubanos es grande. En general es considerado por sus
compatriotas como el principal modelador de la nacionalidad cubana tal como la
conocemos hoy. Su prestigio se refleja en los títulos que popularmente se le
conceden. «El apóstol de la independencia» y «el maestro» son los más usados.
La obra literaria de José Martí
Además de destacado ideólogo y político, José Martí fue uno
de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más destacada de la
etapa de transición al modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos
ideales artísticos.
Principales
Obras: En el campo de la poesía sus obras más conocidas son: Ismaelillo
(1882), obra que puede considerarse un adelanto de los presupuestos modernistas
por el dominio de la forma sobre el contenido; Versos libres
(1878-1882); La edad de oro (1889), publicación mensual de recreo e
instrucción dedicada a los niños de América de la cual fue redactor (Julio
1889); y Versos sencillos (1891), esta última decididamente modernista y
en la que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular.
Sus
ensayos más populares son: El presidio político en Cuba (1871), Nuestra
América (1891). Cabe también destacar su obra epistolar, por lo general
bien apreciada literaria y conceptualmente.
Legado literario de José Martí
Artículos
Cartas
Cubanos ilustres
Diarios
Discursos
Documentos históricos
La edad de oro (Revista para niños)
Lucía Jerez o Amistad Funesta (Novela)
Pensamientos
Poesía
Próceres Hispanoamericanos
Obras de Teatro
Cartas
Cubanos ilustres
Diarios
Discursos
Documentos históricos
La edad de oro (Revista para niños)
Lucía Jerez o Amistad Funesta (Novela)
Pensamientos
Poesía
Próceres Hispanoamericanos
Obras de Teatro
A continuación una poesía de sus principales obras:
Estos
son los versos que Martí nunca llegó a publicar. Se los encomendó a Gonzalo de
Quesada y Aróstegui en su testamento literario quien los publicó de acuerdo al
deseo del Maestro.
En
este libro el autor pretende que el lector reflexione sobre la importancia de
los valores humanos, visto en las palabras de este profundo poemario. La
colección Versos Libres, escrita por
José Martí entre los veinticinco y treinta años (1878 – 1882), fueron
publicados póstumamente (1913) y son el reflejo de una etapa tormentosa y
confusa de su vida, en ellos se evoca sus ansias de libertad, su sufrimiento y
el amor, por lo que han sido considerados como la biografía interna de Martí.
Los
temas esenciales son la vida pública y heroica sin encauzar todavía; y su vida
privada difícil y angustiada. La colección cuenta con 44 composiciones cuyas
características son que tratan lo cósmico, lo grandioso, lo universal. Sirven a
veces de vehículo a su delicada emoción íntima y es una poesía insólita,
bravía, enérgica, dinámica, rebelde, vigorosa donde predomina el contenido
sobre la forma. Son los Versos Libres, sin duda los “más martianos” de Martí.
En
la dedicatoria de los Versos Libres hace
mención de sus ¨encrespados Versos
Libres¨ donde desborda sus emociones y talento literario.
Al
margen de los originales de los Versos
Libres, Martí escribió una nota:
¨A los 25 años de mi
vida escribí estos versos; hoy tengo cuarenta; se ha de escribir viviendo, con
la expresión sincera del pensamiento libre, para renovar la forma poética¨
Versos Libres (1878 – 1882)
(Publicados póstumamente en
1913)
Árbol
de mi alma
Como un ave que cruza el aire claro
Siento hacia mí venir tu pensamiento
Y acá en mi corazón hacer su nido.
Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas
Como los labios frescos de un mancebo
En su primer abrazo a una hermosura:
Cuchichean las hojas: tal parecen
Lenguaraces obreras y envidiosas,
A la doncella de la casa rica
En preparar el tálamo ocupadas:
Ancho es mi corazón, y es todo tuyo:
Todo lo triste cabe en él, y todo
Cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere!
De hojas secas, y polvo, y derruidas
Ramas lo limpio: bruño con cuidado
Cada hoja, y los tallos: de las flores
Los gusanos del pétalo comido
Separo: oreo el césped en contorno
Y a recibirte, oh pájaro sin mancha
Apresto el corazón enajenado!
Siento hacia mí venir tu pensamiento
Y acá en mi corazón hacer su nido.
Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas
Como los labios frescos de un mancebo
En su primer abrazo a una hermosura:
Cuchichean las hojas: tal parecen
Lenguaraces obreras y envidiosas,
A la doncella de la casa rica
En preparar el tálamo ocupadas:
Ancho es mi corazón, y es todo tuyo:
Todo lo triste cabe en él, y todo
Cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere!
De hojas secas, y polvo, y derruidas
Ramas lo limpio: bruño con cuidado
Cada hoja, y los tallos: de las flores
Los gusanos del pétalo comido
Separo: oreo el césped en contorno
Y a recibirte, oh pájaro sin mancha
Apresto el corazón enajenado!
Ismaelillo - 1882
En 1882 se publicó en Nueva York el Ismaelillo, Obra poética llena de ternura y amor
filial, poemario que Martí dedicó a su hijo José Francisco, de quien tuvo que
separarse durante su exilio en Caracas, además de la nostalgia que sentía por
estar separado de su Cuba. Esta experiencia desgarradora para el poeta dio
origen a una colección de textos en que el destierro y la ausencia guían la
estructura temática del libro.
PRÓLOGO
Hijo:
Espantado de todo me refugio en tí.
Si alguien
te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo
demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis
ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en
una forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi
corazón.
¡Lleguen al
tuyo!
PRÍNCIPE ENANO
Para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.
Tiene guedejas,
Blandas guedejas;
Por sobre el hombro blanco
Luengas le cuelgan.
Sus dos ojos parece
Estrellas negras:
¡Vuelan, brillan, palpitan,
Relampaguean!
El para mí es corona,
Almohada, espuela.
Mi mano, que así embrida
Potros y hienas,
Va, mansa y obediente,
Donde él la lleva.
Si el ceño frunce, temo;
Si se me queja,-
Cual de mujer, mi rostro
Nieve se trueca:
Su sangre, pues, anima
Mis flacas venas:
¡Con su gozo mi sangre
Se hincha, o se seca!
Para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.
¡Venga mi caballero
Por esta senda!
¡Éntrese mi tirano
Por esta cueva!
Tal es, cuando a mis ojos
Su imagen llega,
Cual si en lóbrego antro
Pálida estrella,
Con fulgor de ópalo
Todo vistiera.
Su paso la sombra
Matices muestra,
Como al sol que las hiere
Las nubes negras.
¡Heme ya puesto en armas,
En la pelea!
Quiere el príncipe enano
Que a luchar vuelva:
¡El para mí es corona,
Almohada, espuela!
Y como el sol, quebrando
Las nubes negras,
En banda de colores
La sombra trueca, —
El, al tocarla, borda
En la onda espesa,
Mi onda de batalla
Roja y violeta.
¿Conque mi dueño quiere
Que a vivir vuelva?
¡Venga mi caballero
Por esta senda!
¡Éntrese mi tirano
Por esta cueva!
¡Déjeme que la vida
A él, a él ofrezca!
Para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.
Se hace esta fiesta.
Tiene guedejas,
Blandas guedejas;
Por sobre el hombro blanco
Luengas le cuelgan.
Sus dos ojos parece
Estrellas negras:
¡Vuelan, brillan, palpitan,
Relampaguean!
El para mí es corona,
Almohada, espuela.
Mi mano, que así embrida
Potros y hienas,
Va, mansa y obediente,
Donde él la lleva.
Si el ceño frunce, temo;
Si se me queja,-
Cual de mujer, mi rostro
Nieve se trueca:
Su sangre, pues, anima
Mis flacas venas:
¡Con su gozo mi sangre
Se hincha, o se seca!
Para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.
¡Venga mi caballero
Por esta senda!
¡Éntrese mi tirano
Por esta cueva!
Tal es, cuando a mis ojos
Su imagen llega,
Cual si en lóbrego antro
Pálida estrella,
Con fulgor de ópalo
Todo vistiera.
Su paso la sombra
Matices muestra,
Como al sol que las hiere
Las nubes negras.
¡Heme ya puesto en armas,
En la pelea!
Quiere el príncipe enano
Que a luchar vuelva:
¡El para mí es corona,
Almohada, espuela!
Y como el sol, quebrando
Las nubes negras,
En banda de colores
La sombra trueca, —
El, al tocarla, borda
En la onda espesa,
Mi onda de batalla
Roja y violeta.
¿Conque mi dueño quiere
Que a vivir vuelva?
¡Venga mi caballero
Por esta senda!
¡Éntrese mi tirano
Por esta cueva!
¡Déjeme que la vida
A él, a él ofrezca!
Para un príncipe enano
Se hace esta fiesta.
Versos Sencillos-1891
Su preocupación por la armonía de lo natural dará paso a la cima más
alta de su arte, los Versos
sencillos, crónica lírica fragmentaria de su vida, donde deshoja
versos cristalinos a la vez que enigmáticos y oscuros que alcanzan las cotas de
mayor profundidad de su obra. Los versos entrelazados rezuman sencillez y
emoción, y muestran la fusión pueblo-poeta-naturaleza desde lo cercanamente
biográfico, expresado desde el sincero temblor poético, desde la serenidad y
desde la fuerza.
PRÓLOGO
A Manuel Mercado, de México
A Enrique Estrázulas, del Uruguay
Mis amigos saben cómo se me salieron estos versos del
corazón. Fue aquel invierno de angustia, en que por la ignorancia, o por
fe fanática, o por miedo, o por cortesía, se reunieron en Washington, bajo el
águila temible, los pueblos hispanoamericanos. ¿Cuál de nosotros ha
olvidado aquel escudo, el escudo en que el águila de Monterrey y de
Chapultepec, el águila de López y de Walker, apretaba en sus garras los
pabellones todos de la América? Y la agonía en que viví, hasta que pude
confirmar la cautela y el brío de nuestros pueblos; y el horror y vergüenza en
que me tuvo el temor legítimo de que pudiéramos los cubanos, con manos
parricidas, ayudar el plan insensato de apartar a Cuba, para bien único de un
nuevo amo disimulado, de la patria que la reclama y en ella se completa, de la
patria hispanoamericana, —que quitaron las fuerzas mermadas por dolores
injustos. Me echó el médico al monte: corrían arroyos, y se cerraban
las nubes: escribí versos. A veces ruge el mar, y revienta la ola,
en la noche negra, contra las rocas del castillo ensangrentado: a veces
susurra la abeja, merodeando entre las flores.
¿Por qué se publica esta sencillez, escrita como
jugando, y no mis encrespados Versos Libres, mis endecasílabos hirsutos, nacidos
de grandes miedos, o de grandes esperanzas, o de indómito amor de libertad, o
de amor doloroso a la hermosura, como riachuelo de oro natural, que va entre
arenas y aguas turbias y raíces, o como hierro caldeado, que silba y chispea, o
como surtidores candentes? ¿Y mis Versos Cubanos, tan llenos de enojo, que están
mejor donde no se les ve? ¿Y tanto pecado mío escondido, y tanta prueba
ingenua y rebelde de literatura? ¿Ni a qué exhibir ahora, con ocasión de
estas flores silvestres, un curso de mi poética, y decir por qué repito un
consonante de propósito, o los gradúo y agrupo de modo que vayan por la vista y
el oído al sentimiento, o salto por ellos, cuando no pide rimas ni soporta
repujos la idea tumultuosa? Se imprimen estos versos porque el afecto con
que los acogieron, en una noche de poesía y amistad, algunas almas buenas, los
ha hecho ya públicos. Y porque amo la sencillez, y creo en la necesidad
de poner el sentimiento en formas llanas y sinceras.
José Martí
Nueva York, 1981
Nueva York, 1981
Versos
Sencillos (1891)
I
Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma.
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.
Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
Yo he visto en la noche oscura
Llover sobre mi cabeza
Los rayos de lumbre pura
De la divina belleza.
Alas nacer vi en los hombros
De las mujeres hermosas:
Y salir de los escombros,
Volando las mariposas.
He visto vivir a un hombre
Con el puñal al costado,
Sin decir jamás el nombre
De aquélla que lo ha matado.
Rápida como un reflejo,
Dos veces vi el alma, dos:
Cuando murió el pobre viejo,
Cuando ella me dijo adiós.
Temblé una vez -en la reja,
A la entrada de la viña,-
Cuando la bárbara abeja
Picó en la frente a mi niña.
Gocé una vez, de tal suerte
Que gocé cual nunca: cuando
La sentencia de mi muerte
Leyó el alcalde llorando.
Oigo un suspiro, a través
De las tierras y la mar,
Y no es un suspiro. -es
Que mi hijo va a despertar.
Si dicen que del joyero
Tome la joya mejor,
Tomo a un amigo sincero
Y pongo a un lado el amor.
Yo he Visto al águila herida
Volar al azul sereno,
Y morir en su guarida
La víbora del veneno.
Yo sé bien que cuando el mundo
Cede, lívido, al descanso,
Sobre el silencio profundo
Murmura el arroyo manso.
Yo he puesto la mano osada
De horror y júbilo yerta,
Sobre la estrella apagada
Que cayó frente a mi puerta.
Oculto en mi pecho bravo
La pena que me lo hiere:
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él, calla y muere.
Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante,
Antes que luz es carbón.
Yo sé que el necio se entierra
Con gran lujo y con gran llanto, -
Y que no hay fruta en la tierra
Como la del camposanto.
Callo, y entiendo, y me quito
La pompa del rimador:
Cuelgo de un árbol marchito
Mi muceta de doctor.
Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma.
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.
Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
Yo he visto en la noche oscura
Llover sobre mi cabeza
Los rayos de lumbre pura
De la divina belleza.
Alas nacer vi en los hombros
De las mujeres hermosas:
Y salir de los escombros,
Volando las mariposas.
He visto vivir a un hombre
Con el puñal al costado,
Sin decir jamás el nombre
De aquélla que lo ha matado.
Rápida como un reflejo,
Dos veces vi el alma, dos:
Cuando murió el pobre viejo,
Cuando ella me dijo adiós.
Temblé una vez -en la reja,
A la entrada de la viña,-
Cuando la bárbara abeja
Picó en la frente a mi niña.
Gocé una vez, de tal suerte
Que gocé cual nunca: cuando
La sentencia de mi muerte
Leyó el alcalde llorando.
Oigo un suspiro, a través
De las tierras y la mar,
Y no es un suspiro. -es
Que mi hijo va a despertar.
Si dicen que del joyero
Tome la joya mejor,
Tomo a un amigo sincero
Y pongo a un lado el amor.
Yo he Visto al águila herida
Volar al azul sereno,
Y morir en su guarida
La víbora del veneno.
Yo sé bien que cuando el mundo
Cede, lívido, al descanso,
Sobre el silencio profundo
Murmura el arroyo manso.
Yo he puesto la mano osada
De horror y júbilo yerta,
Sobre la estrella apagada
Que cayó frente a mi puerta.
Oculto en mi pecho bravo
La pena que me lo hiere:
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él, calla y muere.
Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante,
Antes que luz es carbón.
Yo sé que el necio se entierra
Con gran lujo y con gran llanto, -
Y que no hay fruta en la tierra
Como la del camposanto.
Callo, y entiendo, y me quito
La pompa del rimador:
Cuelgo de un árbol marchito
Mi muceta de doctor.
La Edad de Oro (1889)
Fue
una revista mensual para los niños. La primera revista vio la luz en julio de
1889, durante la estancia de Martí en Nueva York. Martí logró publicar 4
números de la revista La Edad de Oro. La revista tenía 32 páginas y contaba con
bellos grabados e ilustraciones.
Los
textos de la revista son cuentos, ensayos y poesías que muestran ejemplarmente
el humanismo e idealismo martianos. La Edad de Oro se propone incitar en el
pequeño lector la búsqueda del conocimiento, del amor y la justicia.
Los
cuatro números de la revista fueron recogidos en un libro con el mismo nombre
que se ha publicado sinnúmero de veces y que forma parte del canon literario
cubano y latinoamericano.
Los Zapaticos de Rosa
(a Mademoiselle Marie)
Hay sol bueno y mar de espuma,
Y arena fina, y Pilar
Quiere salir a estrenar
Su sombrerito de pluma.
«¡Vaya la niña divina!»
Dice el padre, y le da un beso.
«¡Vaya mi pájaro preso
A buscarme arena fina!»
«Yo voy con mi niña hermosa»-
Le dijo la madre buena.
«¡No te manches en la arena
Los zapaticos de rosa!»
Fueron las dos al jardín
Por la calle del laurel:
La madre cogió un clavel
Y Pilar cogió un jazmín.
Ella va de todo juego,
Con aro, balde y paleta.
El balde es color violeta;
El aro es color de fuego.
Vienen a verlas pasar:
Nadie quiere verlas ir:
La madre se echa a reír,
Y un viejo se echa a llorar.
El aire fresco despeina
A Pilar, que viene y va
Muy oronda: «Dí, mamá:
¿Tú sabes qué cosa es reina?»
Y por si vuelven de noche
De la orilla de la mar,
Para la madre y Pilar
Manda luego el padre el coche.
Está la playa muy linda:
Todo el mundo está en la playa:
Lleva espejuelos el aya
De la francesa Florinda.
Está Alberto, el militar
Que salió en la procesión
Con tricornio y con bastón,
Echando un bote a la mar.
¡Y qué mala, Magdalena,
Con tantas cintas y lazos,
A la muñeca sin brazos
Enterrándola en la arena!
Conversan allá en las sillas,
Sentadas con los señores,
Las señoras, como flores,
Debajo de las sombrillas.
Pero está con estos modos
Tan serios, muy triste el mar:
¡Lo alegre es allá, al doblar,
En la barranca de todos!
Dicen que suenan las olas
Mejor allá en la barranca,
Y que la arena es muy blanca
Donde están las niñas solas.
Pilar corre a su mamá:
«¡Mamá, yo voy a ser buena;
Déjame ir sola a la arena:
Allá, tú me ves, allá!»
¡«Esta niña caprichosa!
No hay tarde que no me enojes:
Anda, pero no te mojes
Los zapaticos de rosa».
Le llega a los pies la espuma:
Gritan alegres las dos:
Y se va, diciendo adiós,
La del sombrero de pluma.
¡Se va allá, donde ¡muy lejos!
Las aguas son más salobres,
Donde se sientan los pobres,
Donde se sientan los viejos!
Se fue la niña a jugar,
La espuma blanca bajó,
Y pasó el tiempo, y pasó
Un águila por el mar.
Y cuando el Sol se ponía
Detrás de un monte dorado.
Un sombrerito callado
Por las arenas venía.
Trabajaba mucho, trabajaba
Para andar; ¿qué es lo que tiene
Pilar, que anda así, que viene
Con la cabecita baja?
Bien sabe la madre hermosa
Por qué le cuesta el andar;
-«¿Y los zapatos, Pilar,
Los zapaticos de rosa?
-«¡Ah, loca! ¿en dónde estarán?
¡Dí, dónde, Pilar!» -«Señora-
Dice una mujer que llora-,
¡Están conmigo; aquí están!»
-«Yo tengo una niña enferma
Que llora en el cuarto obscuro,
Y la traigo al aire puro
A ver el Sol, y a que duerma.
«Anoche soñó, soñó
Con el cielo, y oyó un canto:
Me dió miedo, me dió espanto,
Y la traje, y se durmió.
«Con sus dos brazos menudos
Estaba como abrazando;
Y yo mirando, mirando
Sus piececitos desnudos.
«Me llegó al cuerpo la espuma,
Alcé los ojos, y ví
Esta niña frente a mí
Con su sombrero de pluma.
Tu niña» -dijo-. «¿Es de cera?
¿Quiere jugar? ¡Si quisiera!...
¿Y por qué está sin zapatos?
-«Mira: ¡la mano le abrasa,
Y tiene los pies tan fríos!
Oh, toma, toma los míos;
Yo tengo más en mí casa!»
«No sé bien, señora hermosa,
Lo que sucedió después:
¡Le ví a mi hijita en los pies
Los zapaticos de rosa!»
Se vió sacar los pañuelos
A una rusa y a una inglesa;
El aya de la francesa
Se quitó los espejuelos.
Abrió la madre los brazos.
Se echó Pilar en su pecho,
Y sacó el traje deshecho,
Sin adornos y sin lazos.
Todo lo quiere saber
De la enferma la señora:
¡No quiere saber que llora
De pobreza una mujer!
-«¡Si, Pilar, dáselo! Y eso
También! ¡Tu manta! ¡Tu anillo!
Y ella le dió su bolsillo:
Le dio el clavel, le dió un beso.
A su casa del jardín,
Y Pilar va en el cojín
De la derecha del coche.
Y dice una mariposa
Que vió desde su rosal
Guardados en un cristal
Los zapaticos de rosa.
Frases y Pensamientos de
José Martí
La
prosa y los versos de José Martí están repletos de pequeños pasajes que, por su
profundidad y por el mensaje que encierran, nos es posible aislarlos y citarlos
como “pensamientos” independientes, ya que tienen vida propia. He aquí algunos
de sus brillantes frases y pensamientos:
¨Ser bueno
es el único modo de ser dichoso¨.
¨Ser culto
es el único modo de ser libre¨.
¨Pero, en lo
común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno¨.
¨Los libros calman, consuelan, enriquecen y redimen¨.
¨Saber
leer es saber andar. Saber escribir es saber ascender¨.
¨El
lenguaje ha de ser matemático, geométrico, escultórico. La idea ha de encajar
exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda quitarse nada de la frase
sin quitar eso mismo de la idea¨.
¨El
espíritu presiente, las ciencias ratifican¨.
¨Todo
está dicho ya, pero las cosas cada vez que son sinceras son nuevas¨.
¨Todo,
como el diamante, antes que luz es carbón¨
¨Quien
se alimenta de ideas jóvenes, vive siempre joven¨
¨Para
ir delante de los demás, se necesita ver más que ellos¨.
¨Hacer
es la mejor manera de decir¨.
¨Sólo
el amor engendra melodías¨.
¨La
música es la más bella forma de lo bello¨.
¨Mi
trabajo es cantar todo lo bello, encender el entusiasmo por todo lo noble,
admirar y hacer admirar todo lo grande¨.
¨Los
hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la que
reciben¨.
¨Los
amigos exagerados son los mayores enemigos¨.
¨El elogio oportuno fomenta el mérito, y la falta de elogio lo desanima¨.
¨El elogio oportuno fomenta el mérito, y la falta de elogio lo desanima¨.
¨Los
hombres se dividen en dos bandos: los que aman y fundan, los que odian y
deshacen¨.
¨El periodista ha de saber, desde la nube hasta el microbio¨.
¨El
primer deber de un hombre de estos días, es ser un hombre de su tiempo¨.
¨Es
preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos¨.
¨La
libertad significa responsabilidad; por eso, la mayoría de los hombres le tiene
tanto miedo¨.
¨La
libertad es la tiranía del deber¨.
¨La paz
viene como necesaria consecuencia del trabajo: pero el trabajo no se alimenta
cuando no puede tener la esperanza de realizar y mejorar sus productos¨.
¨Un pueblo
no es independiente cuando ha sacudido las cadenas de sus amos, empieza a serlo
cuando se ha arrancado de su ser los vicios de la vencida esclavitud, y para
patria y vivir nuevos, alza e informa conceptos de la vida radicalmente opuestos
a la costumbre de servilismo pasado, a las memorias de debilidad y de lisonja
que las dominaciones despóticas usan como elementos de dominio sobre los
pueblos esclavos¨.
¨En los
pueblos libres el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos,
el derecho ha de ser popular¨.
¨La libertad
cuesta muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a
comprarla por su precio¨.
¨Los hombres
políticos de estos tiempos han de tener dos épocas: la una, de derrumbe
valeroso de la innecesario; la otra, de elaboración paciente de la sociedad
futura con los residuos del derrumbe¨.
¨Los hombres necesitan quien les mueva a menudo la compasión en el pecho, y las lágrimas en los ojos, y les haga el supremo bien de sentirse generosos: que por maravillosa compensación de la naturaleza aquel que se da, crece; y el que se repliega en sí, y vive de pequeños goces, y teme partirlos con los demás, y solo piensa avariciosamente en beneficiar sus apetitos, se va trocando en hombre en soledad, y llega a ser por dentro, y a parecer por fuera, insecto¨.
¨Los hombres crecen, crecen físicamente; de una manera visible crecen, cuando aprenden algo, cuando entran a poseer algo, y cuando han hecho algún bien¨.
¨Sólo los necios hablan de desdichas,
o los egoístas. La felicidad existe sobre la tierra; y se la conquista con el
ejercicio prudente de la razón, el conocimiento de la armonía del universo, y
la práctica constante de la generosidad. El que la busque en otra parte, no la
hallará: que después de haber gustado todas las copas de la vida, sólo en ésas
se encuentra sabor. —Es leyenda de tierras de Hispanoamérica que en el fondo de
las tazas antiguas estaba pintado un Cristo, por lo que cuando apuran una,
dicen: "¡Hasta verte, Cristo mío!" ¡Pues en el fondo de aquellas
copas se abre un ciclo sereno, fragante, interminable, rebosante de ternura!¨
¨Y el único
camino abierto a la prosperidad constante y fácil es el de conocer, cultivar y
aprovechar los elementos inagotables e infatigables de la naturaleza. La
naturaleza no tiene celos, como los hombres. No tiene odios, ni miedo como los
hombres. No cierra el paso a nadie, porque no teme de nadie. Los hombres
siempre necesitarán de los productos de la naturaleza. Y como en cada región
sólo se dan determinados productos, siempre se mantendrá su cambio activo, que
asegura a todos los pueblos la comodidad y la riqueza¨.
Educación Popular (José Martí)
Pensamientos:
I. Instrucción no es lo mismo que educación: aquélla
se refiere al pensamiento, y ésta principalmente a los sentimientos. Sin
embargo, no hay buena educación sin instrucción. Las cualidades morales suben
de precio cuando están realzadas por las cualidades inteligentes.
II. Educación popular no quiere decir exclusivamente
educación de la clase pobre; sino que todas las clases de la nación, que es lo
mismo que el pueblo, sean bien educadas. Así como no hay ninguna razón para que
el rico se eduque, y el pobre no, ¿qué razón hay para que se eduque el pobre, y
no el rico? Todos son iguales.
III. El que sabe más, vale más. Saber es tener. La
moneda se funde, y el saber no. Los bonos, o papel moneda, valen más, o menos,
o nada: el saber siempre vale lo mismo, y siempre mucho. Un rico necesita de
sus monedas para vivir, y pueden perdérsele, y ya no tiene modos de vida. Un
hombre instruido vive de su ciencia, y como la lleva en sí, no se le pierde, y
su existencia es fácil y segura.
IV. El pueblo más feliz es el que tenga mejor
educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y en la dirección de
los sentimientos. Un pueblo instruido ama el trabajo y sabe sacar provecho de
él. Un pueblo virtuoso vivirá más feliz y más rico que otro lleno de vicios, y
se defenderá mejor de todo ataque.
V. Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a
que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de
los demás.
VI. A un pueblo ignorante puede engañársele con la
superstición, y hacérsele servil. Un pueblo instruido será siempre fuerte y
libre. Un hombre ignorante está en camino de ser bestia, y un hombre instruido
en la ciencia y en la conciencia, ya está en camino de ser Dios. No hay que
dudar entre un pueblo de Dioses y un pueblo de bestias. El mejor modo de
defender nuestros derechos, es conocerlos bien; así se tiene fe y fuerza: toda
nación será infeliz en tanto que no eduque a todos sus hijos. Un pueblo de
hombres educados será siempre un pueblo de hombres libres. –La educación es el
único medio de salvarse de la esclavitud. Tan repugnante es un pueblo que es
esclavo de hombres de otro pueblo, como esclavo de hombres de sí mismo.
Biblioteca Nacional de Cuba José Martí |
La Biblioteca Nacional de Cuba José Martí es
depositaria del tesoro patrimonial documental, bibliográfico, artístico y
sonoro de Cuba, así como de lo más representativo de la cultura universal. Es
rectora del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas Cubanas que con más de
411 bibliotecas cubre todo el territorio nacional.
364 Colibríes
construyen la silueta de José Martí en el mural de Rancaño situado en la
escalera central de la Biblioteca:
Biografía de José Martí (1853-1895)
Patriota y escritor cubano, apóstol de la independencia de Cuba, última colonia española en América. Nació en la Habana, el 28 de enero de 1853 en el seno de una modesta familia española, donde recibió su educación primaria. A los 16 años por sus ideas revolucionarias fue condenado a seis años de prisión. Con la salud quebrantada, fue indultado y confinado en la isla de Pinos fue deportado a España en 1871 donde publicó ¨El presidio político en Cuba¨, el primero de muchos folletos que abogaban por la independencia de Cuba. Terminó su educación en la Universidad de Zaragoza; donde en 1874 se licenció en Derecho y Filosofía y Letras. Años más tarde, vivió su destierro en Francia; en 1875 se trasladó a México donde se casó con Carmen Zayas Bazán, y en 1877 fue a Guatemala, donde enseñó por un tiempo en la Universidad Nacional. Volvió a Cuba en 1878 pero fue desterrado nuevamente en 1879 por sus continuas actividades revolucionarias. Se trasladó a EE.UU donde vivió entre 1881 y 1895 en Nueva York, ejerció el periodismo y fundó en 1892 el Partido Revolucionario Cubano, del que fue elegido delegado para la organización de la lucha independentista. En ese año fundó el periódico ¨Patria¨.
En
1985 redactó ¨El Manifiesto de
Montecristi¨, documento oficial del Partido Revolucionario Cubano en el
que se exponen las ideas en las que se basó José Martí para organizar la guerra
de independencia de Cuba. Este documento fue firmado por José Martí y Máximo
Gómez el 25 de marzo de 1895 en la localidad de Montecristi, en la República
Dominicana. En este mismo año desembarcó con Máximo Gómez en Playitas, al este
de Cuba, donde cayó en combate el 19 de mayo de 1895, en Dos Ríos.